jueves, 13 de diciembre de 2007

*COLUMNA*

ROMPE CABEZAS


Actualmente vivimos en una sociedad global, en donde las fronteras tienden a desaparecer, ya sea para los productos o para las personas, actualmente en Europa el transito de personas se hace de una manera cotidiana entre los países, con esta realidad ¿Qué tan vigente es hablar de malinchismo?

Como consumidores compramos lo que nos conviene en calidad y precio independientemente de que país provenga, pero en la sociedad mexicana por lo regular no comparamos eso creemos que porque los productos importados son de mayor calidad y no siempre es así.
Un ejemplo de ello es el
Futbol Mexicano, en donde se aceptan 5 jugadores extranjeros por equipo y en una liga de 18 equipos nos da un total de 90 extranjeros jugando en nuestro futbol, la mayoría de ellos sudamericanos por sobretodo Argentinos y Brasileños, con la idea de que son mejores que los mexicanos, pero no siempre es así, infinidad de jugadores no dan los resultados que seles piden y tienen que regresar a sus países, en lugar de darle la oportunidad a jóvenes mexicanos.

Las películas no son la excepción, sí nos damos una vuelta por cualquier cine podemos notar que el 80 por ciento de las películas son extranjeras, algunas un verdadero fiasco en lugar de proyectar producciones nacionales que probablemente también sean malas pero que al menos le da trabajo a gente mexicana.

En la música no es distinta la situación, en cualquier esquina podemos escuchar música hecha en distintos países, por lo regular Estados Unidos, ya que es cantada en el idioma ingles, siendo que aquí en México hay amplia variedad de géneros musicales con igual o mayor calidad artística que la música que importamos.

Por lo regular los jóvenes queremos estar vestidos a la moda, pero está es impuesta por gigantescas empresas transnacionales operadas en el exterior, por lo tanto la moda que imponen son el resultado de las condiciones de vida del país de origen y cuando las adaptamos a nuestra realidad el resultado es realmente patético.

Desde pequeños se nos hace creer que lo que se hace en el exterior esta mejor hecho, las caricaturas en su mayoría están hechas en Japón o Estados Unidos, son contados los estudios que realizan producción de caricaturas nacionales como olvidar la caricatura de Heiddi, por medio de estas educan a nuestros hijos dependiendo de sus intereses, imponiéndoles valores y estilos de vida, que son muy diferentes a nuestra realidad.

Ejemplos hay miles, pero ¿Por qué preferimos lo hecho en el extranjero? Creo yo qué por una cuestión de autoestima, es decir, duramos más de tres siglos como colonia Española y somos vecinos de la nación más poderosa del mundo, por tanto siempre hemos dependido del extranjero y no tomamos nuestras propias decisiones, es momento de cambiar y asumir lo que somos con orgullo, nuestra historia, nuestras costumbres y nuestra idiosincrasia, de lo contrario seguiremos siendo una patética imitación del extranjero.

No hay comentarios: